Ruta del Monte de Dueñas
Recomendado: Bicicleta o a pie
Longitud: 12 kilómetros.
Características: Caminos perfectamente ciclables. La única dificultad apenas destacable es una pequeña subida de poco más de 1 km. que nos lleva al monte.
Valores naturales: Extraordinarios paisajes de Dueñas y el valle del Pisuerga desde los altos. El camino atraviesa 6 kilómetros de un precioso bosque de encinas y robles, donde abunda el conejo y la perdiz y no es difícil toparse con el zorro y los rastros de jabalí. el lobo es ocasional. Nos encontraremos también chozos de piedra o cabañonas, antiguos refugios de pastores que nos recuerdan la dureza del oficio. Y para refrescarnos, 2 fuentes.
Descripción: Salimos de Dueñas por la carretera de Ampudia
- A 500 metros, una vez dejados atrás las últimas casas del pueblo tomamos un ancho camino a la izquierda que cruza un arroyo y empieza a subir suavemente. Pronto nos encontramos con la fuente Villafaldetas, cuyas aguas, según la tradición, embellecen el cutis de aquél que se lava con ellas. Más arriba en un cruce el camino gira hacia la derecha y transcurre unos kilómetros entre ondulados campos de cultivo adentrándose en un valle («la Vallejana»).
- Una última subida donde se cierran las laderas nos lleva hasta el laberinto que supone este monte para el que no lo conozca. Dándonos la bienvenida una enorme cabaña de piedra, «Los corrales de Mundín», cada y refugio de pastores y rebaños que buscaban aquí antaño los pastos del verano, testigos mudos de la dureza de la vida rural en otras épocas.Lugares como éste son monumento a esa vida difícil que llevaron las generaciones que nos precedieron, haciendo posible la sociedad que hoy tenemos. No merecen caer en el olvido.
El camino llega arriba hasta los árboles y seguimos por él dentro del monte unos cientos de metros, buscando siempre en los cruces el de la izquierda, el más cercano al valle.
- Repentinamente, en un claro aparece un nuevo chozo o cabañona, desde donde se disfruta de una excelente panorámica del valle hasta Dueñas, son los corrales de Rojolamillas, recientemente restaurados por voluntarios de toda España en varios campos de trabajo de verano. Si bajas unos metros por la ladera podrás refrescarte en la fuente del Postigo, lugar desde donde antaño se canalizaba el agua hasta la plaza del pueblo para el uso de los vecinos. Si buscas entre las zarzas aún puedes ver el depósito. Después del descanso debes seguir por el mismo camino.
- En el siguiente cruce giramos a la izquierda. estamos en las Dos Hermanas, término que toma este nombre por dos «talayas» (así se conoce popularmente a los árboles más grandes y antiguos del bosque, que sobresalen del resto) que, como gemelas, hacen guardia a ambos lados del camino que acabamos de tomar. Pasamos entre ambas y a partir de aquí seguimos siempre por él, atravesando el bosque unas veces por zonas espesas, otras por claros que se asoman a vaguadas, pero siempre de frente, sin cambiar en los cruces que encontremos. Si no hacemos ruido es fácil ver multitud de animales así como más chozos y corrales en ruinas.
Tras varios kilómetros la ruta atraviesa un páramo reforestado y, asomándose enseguida al valle del Pisuerga, nos hace un último regalo; el espectacular paisaje que disfrutamos en el rápido descenso por Valdehorno, que nos lleva de nuevo y sin duda posible hasta Dueñas.